domingo, 2 de noviembre de 2008



















Quisiera hacer una consideración general sobre la importancia cultural y pedagógica que puede alcanzar la trasmisión de costumbres y tradiciones populares, por el hecho de que representan vivencias lúdicas y conocimientos adquiridos experimentalmente por los niños.
Por este motivo, desde hace unos años se viene realizando un taller para los niños con el objetivo de ofrecerles una actividad extraescolar, pero principalmente para inculcarles desde jóvenes una de las tradiciones de nuestro pueblo.
Éste es un proyecto que relaciona y establece ligamentos entre una conmemoración histórica con propuestas y materiales didácticos que, sin duda, servirán para que los niños y niñas conozcan nuestra historia a partir de un presente, de un espacio geográfico lleno de señales de identidad, de una lengua viva y de una cultura popular, que es capaz de hablarnos de nuestro orígenes y de mostrarnos nuestras tradiciones más populares y especiales.
De esta forma, desde pequeños empiezan a escuchar la música, a intentar marcar los pasos, etc.. y quién sabe si de todos esos niños, con un poco de suerte, dentro de unos años tenemos varias parejas formando parte del grupo. Así conseguimos crear una cantera de jóvenes que al fin y al cabo son los únicos que podrán continuar manteniendo viva la danza de Onil en el futuro.
Y como compensación a todo este esfuerzo, realizado por personal del grupo que enseña a los niños y por los mismo niños, un día de fiestas, un día "entre danzas" que llamamos nosotros, son ellos los protagonistas y muestran, a todo el mundo que los quiera ver, los bailes que han aprendido.

1 comentario:

  1. Interesante iniciativa.
    Es muy importante que desde jóvenes escuchen esa música para que en el futuro no lo asimilen como algo raro y antiguo, sino como algo propio y que se debe conservar.
    Enhorabuena !!!!

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